jueves, 24 de septiembre de 2009

Una minidecontrucción del sujeto.
Eduardo Abril

Las canciones que escuchamos durante años han construido y reconstruido esa potencia actuante que somos. También lo hicieron los libros que leímos o las películas que vimos pero a mi me gusta pensar, seguramente sin demasiado fundamento, que son las canciones las que más responsabilidad tuvieron en la construcción y reconstrucción de lo que soy. Tanto es así que muchas veces he tenido la sensación de no haber comprendido un gesto, una experiencia hasta haber encontrado una canción que la musicara.

Solo una vez, cuando me abandonaban, dije una frase repetida y melodramática como “vete, pero no encontrarás a nadie que te quiera tanto como yo”. Ahora no sabría responder a la pregunta acerca de qué fue primero, escuchar mil veces Tu cárcel de Los Enanitos Verdes, o la desesperación de ver que pierdes a la mujer amada; tal vez una no se habría dado sin la otra porque se copertenecen.
Y es que no ocurre que escuchemos canciones porque tenemos sentimientos, sino al revés: porque escuchamos canciones tenemos sentimientos.


Tu Cárcel
Enanitos Verdes
Marco Antonio Solis


Te vas amor
Si así lo quieres
Que puedo yo hacer,
Tu vanidad no te deja entender
Que en la pobreza se sabe querer.

Y quiero llorar,
Y me destroza que pienses así
Y más que ahora me quede sin ti
Me duele lo que tú vas a sufrir ..

Pero recuerda
Nadie es perfecto
Y tu lo veras
Más de mil cosas mejores tendrás
Pero cariño sincero jamás.

Vete olvidando
De esto que hoy dejas y que cambiarás
Por la aventura que tu ya veras
Será tu cárcel y nunca saldrás.

Quiero llorar
Y me destroza que pienses así
Y más que ahora me quede sin ti
Me duele lo que tú vas a sufrir ..

Pero recuerda
Nadie es perfecto
Y tu lo veras
Más de mil cosas mejores tendrás
Pero cariño sincero jamás.

Vete olvidando
De esto que hoy dejas y que cambiarás
Por la aventura que tu ya veras
Será tu cárcel y nunca saldrás.

Pero recuerda
Nadie es perfecto
Y tu lo veras
Más de mil cosas mejores tendrás
Pero cariño sincero jamás.

Vete olvidando
De esto que hoy dejas y que cambiarás
Por la aventura que tu ya veras
Será tu cárcel y nunca saldrás.