viernes, 20 de noviembre de 2009

Del insomnio voluntario y la vida trascendente.
Eduardo Abril Acero

De madrugada, cuando todos duermen es cuando las palabras fluyen como la lluvia dentro de una taza de papel. Se deslizan deprisa y al pasar se desvanecen por todos los rincones del universo. Es entonces cuando aparece el demonio de la melancolía y me invaden pequeños charcos de tristeza, mezclados y diluidos en olas de felicidad que atraviesan mi mente, acariciándome, dominando mis sentidos y mis pensamientos.
Salgo a pasear y miles de farolas con su luz vacilante, iluminan con agonía la penetrante noche y bailan frente a mí como si fueran un millón de ojos ciegos. Y mis pensamientos, serpenteantes como un viento inquieto dentro de un buzón, van de aquí a allá, trazando el mismo errático sendero que mis pasos.
Escucho las risas de quien vuelve con el alba, y las sombras de la tierra más profunda silencian mis ensueños, incitándome, invitándome, excitándome. Nace entonces, desde la más absoluta nada, infinito e inmortal, el amor brillante, como un millón de soles que me llaman una y otra vez desde todos los rincones del universo.
Es entonces que pienso que nada va a cambiar mi mundo, y a continuación me desvanezco plácidamente en el dulce sueño. Cuando despierto todo se me muestra cambiado.




Across the universe
Words are flowing out like endless rain into a paper cup,
they slither while they pass, they slip away across the universe.
Pools of sorrow, waves of joy are drifting through my open mind,
possessing and caressing me.

Jai guru de va om
nothing's gonna change my world,

Images of broken light
which dance before me like a million eyes,
that call me on and on across the universe.
Thoughts meander like a restless wind inside a letter box
they tumble blindly as they make their way
across the universe

Jai guru de va om
nothing's gonna change my world,

Sounds of laughter
shades of earth are ringing
through my open views
inciting and inviting me
Limitless undying love which shines around me like a million suns,
it calls me on and on across the universe

Jai guru de va om
nothing's gonna change my world,

A través del universo
Las palabras fluyen como lluvia dentro de una taza de papel
se deslizan al pasar se desvanecen a través del universo.
Charcos de tristeza, olas de felicidad pasan por mi mente
dominándome y acariciándome.

Jai guru deva a om
Nada va a cambiar mi mundo

Imágenes de luz vacilante
que bailan frente a mí como un millón de ojos
me llaman y me llaman a través del universo.
Pensamientos serpenteantes como un viento inquieto dentro de un buzón
se tambalean ciegamente mientras recorren su camino
a través del universo

Jai guru deva a om
Nada va a cambiar mi mundo

Sonidos de risas,
sombras de la tierra
vienen a mi mente
incitándome e invitándome
Infinito e inmortal amor que brilla a mi alrededor como un millón de soles
que me llaman y me llaman a través del universo

Jai guru deva a om
Nada va a cambiar mi mundo

sábado, 7 de noviembre de 2009

Campos dorados.
Eduardo Abril Acero

Aparqué mi volkswagen debajo del plátano que le daba sombra en agosto a la tienda de caramelos. Paseé por la avenida mirando la cara de la gente y buscando gestos familiares cubiertos por una pátina de años polvorientos. Miré los edificios nuevos, el cartel que convertía la antigua casa de Luís en una sucursal del banco Central Hispano Americano y me detuve de espaldas a mi casa, mirando el callejón que subía hasta el colegio, por donde yo corría cada mañana hacía casi un millón de años.
Después seguí caminando, atisbando de reojo cómo una cara desconocida descorría las cortinas del despacho de mi padre y abría la ventana de par en par. Miré entonces fijamente a la la cara inexpresiva de aquella mujer, y busqué en la pared del fondo de la habitación diez docenas de docenas de libros que ya no estaban en los estantes de madera blanca; ni siquiera estaba ya la madera blanca.
Continúe andando hasta la alameda, después el cruce de la gasolinera, y más allá llegué a los campos de cebada, ampliando el horizonte hasta las montañas que atrapaban algunas nubes blancas. La brisa del oeste, que adelantaba el final del verano, agitaba la hierba agostada, convirtiéndola en un inmenso mar dorado.
Me acordé de ti, caminando a mi lado, tumbándonos encima de la cebada verde. Nos mirábamos y me abrazabas mientras tu pelo caía flotando por todas partes, junto a mi. “te quedarás conmigo, serás mi amor” decías, tumbados allí, amparados por el cielo y el sol. Después, el viento del oeste, el mismo que soplaba ahora, y la llegada de Septiembre, nos llevó a diferentes sitios. Hoy recordé que tú me decías que nos volveríamos a ver.
Te equivocaste.
Aunque tal vez todo eso no fuera más que una canción que cantó una vez Eva Cassidy.

Campos de Oro
Me recordarás cuando el viento del oeste se mueva
Sobre los campos de cebada
Olvidarás el sol en su celoso cielo
Mientras caminamos por campos de oro.
Así ella llevó a su amor para mirarlo un rato
Sobre los campos de cebada
Y cayó en sus brazos mientras su cabello caía (flotando)
Entre los campos de oro.
¿Te quedarás conmigo, serás mi amor
Entre los campos de cebada?
Olvidaremos el sol en su celoso cielo
mientras estemos tendidos en campos de oro.
Mira el movimiento del viento del oeste como si fuera un amante
Sobre los campos de cebada
Siente subir su cuerpo cuando la besas en la boca
Entre los campos de oro.
Nunca hice promesas a la ligera
Y ha habido algunas que he roto
Pero te prometo que en los días que quedan
Caminaremos por campos de oro.
Han pasado varios años desde aquellos días de verano
Entre los campos de cebada
Mira a los niños correr mientras se pone el sol
Entre los campos de oro.
Me recordarás cuando el viento del oeste se mueva
Sobre los campos de cebada
Le puedes contar al sol en su celoso cielo
Cuando caminábamos por campos de oro.