viernes, 16 de enero de 2009

Estos ocho días lloviendo.
Alfredo Ferreiro

Estos ocho días lloviendo……..por que me llaman la atención, es por los días, por llover, por el tiempo transcurrido entre sus caprichos, por que nos fastidia no ser capaces de dictaminar la hora de despertar, por el madrugón y mi pereza. Me imagino mejor al amparo del amanecer que chulea un día de calor y amor y deseo.

He comenzado esta serie, hablando de la luz. Sólo dos propósitos no exigibles e insostenibles; me propongo no hablar de mí, no citar. Primera exacción….. Marco Aurelio insiste; “ he visto el amanecer y anochecer del hombre, ya he visto todos sus días”. La cita, para cualquier avisado, no es literal, pecado de pecados, literalidad, repetición. Comprensión, transitar el pasado de los maestros que tuvieron la virtud de irse sin compartir la bruma que emanaba de lo que vieron. Progreso, concepto mal leído. Queda claro que el envite es imposible, es decir, esta trucado, mencionar al ser humano, decir, estar, es lo mismo. Era luz, sí, y libertad elegida, aspirada. Por lograr.

Originalidad; No nos bañamos dos veces en el mismo río, aunque conviene recordar donde hacíamos pie.

Para navegantes, la libertad la dan las palabras, proferir. En el castellano hay una palabra. Dicción, si la pronuncias, veréis que os sentís mejor, el segundo que va desde “d” hasta “n”, “defunción”, ja ja, hacer el experimento, no es lo mismo. Se habla con el rostro, si os fijáis quien escucha no mira vuestra boca, mira a los ojos, os mira el continente, lo que sois, lo que presentáis., cada uno de nosotros somos un Don. La cara es el espejo del alma, Mentira, es el espejo, la pared, el bien y el mal para uno, no para los otros, lo que se presenta a los otros es Dicción y por ende, Mirada. Si hacéis el ejercicio, os daréis cuenta de que habitual, cotidiana, y necesariamente nos engañamos a nosotros mismos, pero nunca a los demás, si funciona es porque cuando engañamos, se engañan, nos engañamos. A eso le llamamos Magia y nos sentimos bien.



Ah! Se me olvidaba decir que pertenezco a esa vieja guardia de los filósofos, suenan mal sus ecos en estos tiempos de aniquilación del pensamiento, lo se, podría ser peor…. Pensar uhhhhhhhhh!, no me sorprende, no sabemos anticiparnos al mañana, pues imaginar el ahora, imaginar pensar, en qué. Solo la leve brisa al hacerlo y sentir frío o calor a destiempo, una emoción, sentirnos, sentir a otro.

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